domingo, 7 de septiembre de 2008

Tranquilidad... (Fin)


Camila despertó en un cuarto de hospital, se sentía fatal, no sabía cómo había llegado ahí, vio por la ventana, estaba oscuro pero no sabía que hora era, pero estaba lloviendo, siempre le habían gustado esos días, despacio volteó a todos lados, estaba sola en ese cuarto oscuro y vacío, había algunas bolsas pero no distinguió nada, miró por la ventana, y pensó en todo lo que le había pasado, se sentía fatal, comenzó a llorar hasta que el sueño la venció.
Al día siguiente lo primero que vio fue la ventana, todo estaba azul, el día se veía radiante, con unas nubes preciosas. Volteo a su alrededor y ahí estaba su hermano recargado en su cama y su amigo en un sillón… no quiso despertarlos pero su hermano abrió los ojos.
No quiso ir a vivir a con su hermano, ella entro a la universidad ella seguía trabajando, pero él la ayudaba. Sabía que todo estaría bien, vivía mejor, se sentía mucho mejor, se mudo de casa, se alejo de sus malos amigos, jamás volvió s saber de Alex, había decidido dar un giro a su vida, iniciar de nuevo, solo conservar a quien de verdad fue importante y seguir adelante, sabía que ese bebe que nunca conoció le debía enseñar más de lo que se imagino… había tocado el fango pero el plumaje de sus alas estaba cada ves más limpio.
Camila entro a la galería donde exponía por primera vez sus pinturas colectivamente, había sido de las mejores de la escuela y esa era la recompensa, tenía un estilo definido, balanceado y expresivo, su sueño se iba realizando.

sábado, 6 de septiembre de 2008

No Lloverá Por Siempre... (Parte 5)


Tenía ciertos ahorros, que le alcanzarían por un tiempo mínimo para pagar su renta, sin embargo no podía estar sin trabajar, había renunciado a su trabajo anterior para que Alex no la buscara pero debía encontrar trabajo pronto, no quería recurrir a la ayuda de nadie y no quería tener muchos apuros económicos, ella se metió en todo y ella debía salir sola.
Se le antojaba un cigarro como nunca en la vida, pero había decidido dejarlo por respeto a su hijo o hija.
Por suerte encontró un trabajo de recepcionista, no hacía tanto esfuerzo y no estaba tan mal pagado. Aún no se notaba su embarazo, no sabía si estaba emocionada o triste, no sabía si quería que se le notara mucho su panza o no, y aún no tenía muchos “achaques”, no había ido al doctor, no tenía mucho tiempo y confiaba en que todo estaría bien, aún no tenía los 3 meses.
Una noche al llegar a su casa comenzó a sentir que su dolor abdominal aumentaba, pensó que hasta cierto punto sería normal, pero ya era demasiado fuerte para serlo y de pronto sintió que algo húmedo le corría por las piernas, le sorprendió demasiado ver que era sangre, se cambió rápido y le pidió a una migo que vivía muy cerca de su casa que la llevara rápido a un doctor, ella llegó muy alterada y él al ver que estaba toda ensangrentada se asusto demasiado y sin perder tiempo se fueron al hospital. Ahí la atendieron rápido pero desgraciadamente la mala noticia que le faltaba era saber que había perdido al bebe, su embarazo era de alto riesgo y jamás se cuidó, porque jamás se enteró. Ella se deprimió bastante, en su trabajo le dieron incapacidad y solo se la pasaba en cama, llorando, casi no salía de su casa y casi no comía. Se repuso solo lo suficiente para tolerar salir a trabajar, pero de ahí en más no hacía mucho.
Una tarde salió con una amiga y bebió de más, se sintió muy bien y sus visitas a los bares o sus compras de alcohol se hicieron mas frecuentes, se rodeo de malas personas, bebía si control y a sus borracheras o resacas se le había sumado el insomnio. Fue un día en que su amigo la visitó para evitar que siguiera con esa vida que discutieron como nunca, gritaron, se pelearon y ella lo corrió de su casa quedando sola de nuevo, ya era noche, estaba cansada y no podía dormir, no había bebido nada más allá de una cerveza, pero tampoco había comido bien, lo único que quería era dormir para dejar de llorar, así que recurrió a unas pastillas para dormir, las había comprado hacía ya mucho tiempo pero jamás había tomado ni una por miedo a dormir de más y no llegar a tiempo a su trabajo, pero ahora su desesperación era total y al día siguiente descansaba. Tomó más de 3 dosis, estaba quedándose dormida cuando escuchó que tocaron la puerta, era su amigo, había olvidado algo, pero ella aún estaba enojada con él, le permitió pasar pero no le dirigió la palabra y al dar la vuelta para alejarse, se desvaneció… el viaje al hospital se repetía.

jueves, 4 de septiembre de 2008

El inicio de un caos... (Parte 4)


Alex siempre había estado ahí para ella… o al menos eso la hizo creer.
Lo conoció después de haberse ido de su casa, la relación con sus padres no había quedado muy bien por su decisión de marcharse ella nunca hubiera querido que eso pasara, pero ya no podía cambiar mucho. Siempre iba a un parque cercano al lugar donde vivía, ahí se sentaba un rato a mirar a la gente y a dibujar; personas, sueños, objetos, ella tenía ese gran don y su sueño era ser pintora.
Ese día, el día en que conoció a Alex, no fue de los mejores para Camila y solo estaba esperando el momento para llegar al lugar de siempre y abandonarse frente a papel y carboncillo.
Todo daba vueltas en su cabeza y las lágrimas finalmente se desbordaron de sus grandes ojos camaleónicos.
Mientras intentaba unir sus trazos y evitar más llanto, alguien se acercó a ella, un hombre que comenzó a charlar con ella como si la conociera de años, la hizo reír, la acompaño a su casa y ahí comenzó su historia. Como todas las relaciones cuando inician la de ellos fue una maravilla, pero después todo fue más tormentoso de lo normal.
Alex era mayor que ella, apuesto, rebelde, apasionado, lo que cualquier chica podría desear, un chico malo que con Camila era bueno y siempre estaba cuando lo necesitaba, pero también era un manipulador nato.
El brillo en los ojos de ella fue desapareciendo, la relación entre ellos se fue convirtiendo en co-dependencia, se dijeron varias veces adiós pero nunca al grado de dejarse, y más bien comenzaron a vivir juntos, ella tenía problemas económicos y él con la soledad y más, pero nada mejoraba. Alex sentía segura a Camila y ella se sentía mas dependiente y triste, quiso ser independiente de sus padres y ahora estaba peor, ¿Llamarle a su hermano? Jamás.
Durante una de esas lamentables separaciones anunciadas sucedió lo de siempre, volvió a despertar a su lado, no sabía como la convencía siempre tan fácil y se aprovechaba sin ningún remordimiento, con toda frialdad y sin obstáculo.
Los meses pasaban y no sabía como deshacerse de él… y así seguía, siempre pensaba que algo estaba mal pero no podía irse, desgraciadamente después de esa ultima huída mientras planeaba y pensaba en irse de nuevo se dio cuenta de que algo no estaba bien, dos meses de retraso no eran normales en ella, y una prueba de embarazo le afirmó sus temores. ¿Y ahora que haría?, a penas podía con ella, menos podría dejarlo ahora en esa situación, quiso pensar que su novio la apoyaría que sería quien dijo ser al principio, pero la verdad era que el del principio nunca existió ahora veía lo que era y no lo que quería ver… la respuesta de él fue “qué harás que seguramente ni mío es, recuerdas esa ultima ves que te fuiste, es el tiempo justo” además se enojo, gritó, la insultó y finalmente la dejo sola, como en realidad siempre estuvo y como sería mejor estar, así que dijo adiós, tomo sus maletas, sus ahorros y buscó un lugar para ella, y ahora no dijo a donde iría...