lunes, 8 de diciembre de 2008
SIEMPRE...
¿Quién toca? – preguntó Tabatha, su corazón latía acelerado, en realidad deseaba que quien tocaba esa puerta fuera él… y al parecer su deseo se cumplió…
- Soy yo, sal por favor, te ofrezco una disculpa si es que te ofendí, acéptala por favor… me siento como un tonto, oye… encargue comida china ¿comemos juntos?
Ella sintió que le dio un vuelco el corazón…
- No hay por qué disculparte, pero ¿por qué habría yo de comer contigo?
- Me agrada tu compañía, me agradas tú y sería un honor que me acompañaras a comer… podemos platicar o simplemente disfrutar de la vista… por favor
Lo pensó un poco pero al fin decidió salir de la habitación, abrió la puerta y al verlo dijo – me gusta más la comida italiana pero la china no está mal.
Marcos le sonrió y le extendió el brazo. Llegaron a la terraza y él sirvió la comida, comieron, platicaron y rieron como pocas veces, ella se sentía contenta, muy relajada y libre, era la primera ves era totalmente sincera, que platicaba lo que realmente le interesaba, que podía dejar poses y que estaba con alguien a quién de verdad le interesaba su compañía, no estaba junto a ella por haber pagado o por presumir. Una llamada al teléfono de Tabatha los interrumpió.
- Era tu padre, vendrá más temprano por mi, creo que debo empezar a arreglarme
- A fin de cuentas siempre gana él, adelante ve a arreglarte.
Ella hubiera preferido quedarse a seguir platicando con él, pero no debía olvidar que ella estaba ahí como compañera de su padre, sin embargo ella sintió lo que nunca antes había sentido (excepto respecto a sus padres), un pesar enorme al separarse de alguien. Tabatha se comenzó a arreglar y Marcos se quedó ahí sólo en la terraza, no comprendía lo que le estaba pasando simplemente quería estar con ella, había llegado con un corazón roto que ya no dolía más pero quién al parecer le había ayudado a sanarlo era alguien imposible, sabía que poco a poco iban sanando los pesares con los que llegó a esa casa, por merito propio y una presencia ajena, mas tarde decidió salir a caminar para no verla que se iba con su padre sin embargo la vio, hermosa con un vestido negro con la espalda descubierta y también vio lo que no quería, ella se marchó con su padre no pudo más que sentir algo de desesperación. Cuando salió su padre con Tabatha no pudo más que repetir… sí, siempre gana él.
martes, 2 de diciembre de 2008
VULNERABLE... (PARTE 5)
Cerró la puerta de su habitación después de entrar, se quedó un rato recargada en ella y respiro profundamente, no podía negar que le encantaría que él la hubiera seguido, pero a fin de cuentas eso no paso, así estaba mejor... desde hacía tiempo que no sentía nervio alguno al estar frente a un hombre, conversadora audaz y de mirada inquebrantable, algo raro estaba pasando.
Abrió la cortina de su habitación y se recostó en la cama, mil pensamientos pasaron por su cabeza pero finalmente todos estos pensamientos desembocaron en uno solo…
Por lo regular solía mantenerse al margen de los sentimientos, nunca se involucraba de más con sus clientes, la frialdad la distinguía en ese aspecto, pues según el consejo de su tía “en este oficio un corazón roto es mas molesto de lo normal y no cualquiera se merece el privilegio de entrar en tu corazón”, siempre había seguido ese consejo al pie de la letra y se sentía invencible, pero ahora todo parecía ser una cortina de humo tan delgada que empezaba a desvanecerse ahora se sentía vulnerable, vulnerable a unos ojos lindos y una sonrisa amiga… todo indicaba que era frágil ante él…
Alguien tocando a su puerta la sacó de su estupor…
Abrió la cortina de su habitación y se recostó en la cama, mil pensamientos pasaron por su cabeza pero finalmente todos estos pensamientos desembocaron en uno solo…
Por lo regular solía mantenerse al margen de los sentimientos, nunca se involucraba de más con sus clientes, la frialdad la distinguía en ese aspecto, pues según el consejo de su tía “en este oficio un corazón roto es mas molesto de lo normal y no cualquiera se merece el privilegio de entrar en tu corazón”, siempre había seguido ese consejo al pie de la letra y se sentía invencible, pero ahora todo parecía ser una cortina de humo tan delgada que empezaba a desvanecerse ahora se sentía vulnerable, vulnerable a unos ojos lindos y una sonrisa amiga… todo indicaba que era frágil ante él…
Alguien tocando a su puerta la sacó de su estupor…
viernes, 17 de octubre de 2008
Y ¿ahora qué?...(parte 4)
Tabatha no supo qué hacer, se quedó mirando un rato a Marcos y quería salir corriendo de ahí directo a su habitación, pero mejor decidío absorver un poco de esa atmósfera de paz y contemplación en la que estaba sumido su acompañante, tranquilamente se tumbó en un camastro y se puso a ver el paisaje, sin decir nada... se podría decir que hasta su respiración iba al mismo ritmo...
Él fue el primero en romper el silencio... - ¿y cómo es que alguien cómo tú anda con el Lic. Arreguín, o sea mi señor padre?
- Uy Lic. Arreguín, no s enota mucha familiaridad para ser tu padre... no, no ando con él
- ¿entonces?
- dama de compañía... esa es tu explicación...
Ella se levantó del camastro dejando ahí a Marcos quién la siguió con la mirada hasta que se perdió dentro de la casa. Aunque se alejo sintió que su corazón le latió a mil y hasta una lagrima quiso salir de su ojo, pero ella no se permitió llorar, jamás.
La vida de Tabatha no había sido fácil, pero ella siempre decía que su vida tampoco era la más difícil simplemente fue lo que le toco... era una de las chicas más solicitadas por varios señores poderosos... compañía, pasar un buen rato o simplemente como adorno en una fiesta ostentosa... la llenaban de joyas, regalos, no se podía quejar siempre le daban lo mejor, siempre le daban lo que quería... por eso era de las favoritas... desde que inicio, su ambición fue ser la mejor, o al menos vivir bien, pero ahora ya no estaba tan segura de tales ambiciones, ya era una muñeca codiciada y consentida como alguna ves lo fue su misma tía... ya había cumplido lo que había querido y ¿ahora qué?...
Él fue el primero en romper el silencio... - ¿y cómo es que alguien cómo tú anda con el Lic. Arreguín, o sea mi señor padre?
- Uy Lic. Arreguín, no s enota mucha familiaridad para ser tu padre... no, no ando con él
- ¿entonces?
- dama de compañía... esa es tu explicación...
Ella se levantó del camastro dejando ahí a Marcos quién la siguió con la mirada hasta que se perdió dentro de la casa. Aunque se alejo sintió que su corazón le latió a mil y hasta una lagrima quiso salir de su ojo, pero ella no se permitió llorar, jamás.
La vida de Tabatha no había sido fácil, pero ella siempre decía que su vida tampoco era la más difícil simplemente fue lo que le toco... era una de las chicas más solicitadas por varios señores poderosos... compañía, pasar un buen rato o simplemente como adorno en una fiesta ostentosa... la llenaban de joyas, regalos, no se podía quejar siempre le daban lo mejor, siempre le daban lo que quería... por eso era de las favoritas... desde que inicio, su ambición fue ser la mejor, o al menos vivir bien, pero ahora ya no estaba tan segura de tales ambiciones, ya era una muñeca codiciada y consentida como alguna ves lo fue su misma tía... ya había cumplido lo que había querido y ¿ahora qué?...
lunes, 13 de octubre de 2008
Solo así... (parte 3)
Tabatha estaba encantada con ese lugar, no salía mucho a la playa pero la vista que había en la terraza le facinaba y se daba gusto nadando en la alberca. Al día siguiente se levanto temprano para ver el amanecer, desayunó con Armando Arreguín (su cliente), después de desayunar ella se quedó en casa y él se fue a sus compromisos, prometiendo volver en la noche, había una fiesta de negocios a donde la quería llevar, ella prometío estar casi lista.
Tabatha volvió a la terraza y se llevó un gran sobresalto... Marcos estaba ahí en la terraza y era lo que menos esperaba...
- ¡Me asustaste!
- disculpa no fue mi intención... que linda vista ¿no?
Marcos estaba sentado en la silla que minutos antes ocupara ella. Se veía magnífico todo desde ahí y él estaba casi angelical con el sol sobre sí, estaba serio, clavado en el horizonte, casi ni parpadeaba y ella observandolo, ya no tenía mas esa imagen de chico arrogante, ahora era mas bien alguien tierno, parecía no estar del todo bien... su corazón no estaba del todo bien. Ella no sabía que hacer o decir o sentir... solo lo observaba y sabía que algo pasaba... nunca había estado tan atenta mirando a un hombre... nunca alguien había hecho latir a su corazón sin decir una sola palabra, sin una mirada... solo así
miércoles, 8 de octubre de 2008
Un extraño... (parte 2)
Marcos sabía que no podría huír de los problemas ni aún estando en otro país, acaba de regresar de Inglaterra, sin duda lo había pasado bien, pero se sentía saturado, desde hacía tiempo no lograba sentirse del todo a gusto... en paz. No le avisó a nadie que vendría, quería llegar, estar primero solo consigo mismo, descansar, cualquien lugar sería fácil que lo encontraran, pero en la casa de playa que su padre tenía ahí nadie lo buscaría, a esa casa rara vez iba, siempre había dudado acerca del por qué compraron y decoraron esa casa tan cuidadosamente, en fin, ese era el lugar perfecto, además se llevaba perfectamente con quienes cuidaban de la casa, lo conocían muy bien pues él desde que fue creciendo era asiduo visitante de ese lugar, le guardarían el secreto un par de días hasta que estuviera listo para llamar a mamá y avisarle de su regreso a México.
Bajó del taxi miró la casa, acomodó sus maletas y entró a la casa, pero se dió cuenta de que en realidad no todo estaba como lo había planeado, la casa estaba ocupada, que raro, nadie solía ir ahí y jamás la venderían de eso estaba seguro... aún no había visto a los encargados de cuidar la casa, seguramente estarían ocupados por ahí, revisó todo y efectivamente la casa no estaba sola lo notó sobre todo en la cocina, sintió algo de enojo por ver frustrados sus planes, pero estaba cansado para pensar en algo más, ya mañana buscaría la solución y también estaba intrigado, siguió buscando y vio la puerta de la terraza abierta, se asomó y vió a Tabatha... supo que era cuestión de su padre y sintió enojo, pero no por comprobar la infidelidad de su padre en el fondo era como un secreto a voces siempre lo había sido y lo sabía, pero sus padres eran de esa clase de matrimonios que solo permenecen unidos por "el que dirán" su enojo fue mas bien por otra cosa, pero no supo la explicación.
La chica estaba ahí, tan tranquila, nadando, y cuando volteó y lo vió ahí parado se sobresaltó un poco pero finalmente le sonrió y preguntó
- Y tú quién eres?
- lo mismo pregunto - ante esto ella sonrió ironicamente pero divertida y contesto -
- soy Tabatha, me invitó Arreguín, y tú eres?
- Marcos Arreguín, hijo de tu anfitrión... sigue en la piscina iré a mi alcoba, supongo que ustedes tienen la principal.
Él se dió la vuelta y se fué, ella se quedó desconsertada, siguió con su pose de desinterés, pero todo menos indiferencia causó en ella Marcos, y bueno, él quiso simular enojo, pero en realidad sintió haber visto a la mujer mas linda que había conocido... y eso... estaba mal.
martes, 7 de octubre de 2008
TABATHA... (parte 1)
Tabatha entró a la casa de playa, miraba hacía todos lados, la decoración era impecable y de muy buen gusto, se podría pasar un buen día de tranquilidad en ese lugar, la vista era maravillosa y la colonia muy exclusiva, sin embargo, sin lugar a dudas lo que robó su atención de inmediato fue la alberca del lugar, con una maravillosa y enorme terraza de la cuál podía ver el mar, la ciudad, los cerros... parecía paisaje de postal. No podía creer que estuviera en un lugar como ese, no era la mejor de las situaciones o la que completaba su sueño, pero qué se le podía hacer. Su acompañante la invitó a que se intalara, él se arreglo y se despidió, tenía muchos compromisos que cumplir, estaba ahí más por asuntos de trabajo que por diversión, y por qué estaba ella ahí... pues ni ella misma se podría responder esa pregunta, solo pensaba que ese hombre era bastante extraño... inofensivo, pero extraño al fin y al cabo, sabe Dios todo lo que uno cambia con la edad, por lo pronto ella iba a disfrutar de esas vacaciones, se instaló, se puso su traje de baño y se fue a sin pensarlo dos veces a la terraza.
Era increible ese lugar, todo era casi perfecto, y ella estaba ahí disfrutando lo que otra mujer había preparado, quizás pensando en sí misma... no le gustaba mucho ser complice de infidelidades, pero a veces uno tiene que ser frío, trataba de no pensar, y cuando pensaba mejor se distraía en otras cosas mejores para ella, tal vez sería bueno recordar los sueños que de repente solía olvidar... ultimamente soñaba mucho pero de repente sentía que no servía de mucho. De repente se sentía mal, quién debería estar en ese lugar con el Lic. Arreguín era su esposa, pero en fin.... hombres.
Tabatha recorrió con la vista todo su alrededor y se tiró a la alberca sin pensarlo más...
domingo, 7 de septiembre de 2008
Tranquilidad... (Fin)
Camila despertó en un cuarto de hospital, se sentía fatal, no sabía cómo había llegado ahí, vio por la ventana, estaba oscuro pero no sabía que hora era, pero estaba lloviendo, siempre le habían gustado esos días, despacio volteó a todos lados, estaba sola en ese cuarto oscuro y vacío, había algunas bolsas pero no distinguió nada, miró por la ventana, y pensó en todo lo que le había pasado, se sentía fatal, comenzó a llorar hasta que el sueño la venció.
Al día siguiente lo primero que vio fue la ventana, todo estaba azul, el día se veía radiante, con unas nubes preciosas. Volteo a su alrededor y ahí estaba su hermano recargado en su cama y su amigo en un sillón… no quiso despertarlos pero su hermano abrió los ojos.
No quiso ir a vivir a con su hermano, ella entro a la universidad ella seguía trabajando, pero él la ayudaba. Sabía que todo estaría bien, vivía mejor, se sentía mucho mejor, se mudo de casa, se alejo de sus malos amigos, jamás volvió s saber de Alex, había decidido dar un giro a su vida, iniciar de nuevo, solo conservar a quien de verdad fue importante y seguir adelante, sabía que ese bebe que nunca conoció le debía enseñar más de lo que se imagino… había tocado el fango pero el plumaje de sus alas estaba cada ves más limpio.
Camila entro a la galería donde exponía por primera vez sus pinturas colectivamente, había sido de las mejores de la escuela y esa era la recompensa, tenía un estilo definido, balanceado y expresivo, su sueño se iba realizando.
Al día siguiente lo primero que vio fue la ventana, todo estaba azul, el día se veía radiante, con unas nubes preciosas. Volteo a su alrededor y ahí estaba su hermano recargado en su cama y su amigo en un sillón… no quiso despertarlos pero su hermano abrió los ojos.
No quiso ir a vivir a con su hermano, ella entro a la universidad ella seguía trabajando, pero él la ayudaba. Sabía que todo estaría bien, vivía mejor, se sentía mucho mejor, se mudo de casa, se alejo de sus malos amigos, jamás volvió s saber de Alex, había decidido dar un giro a su vida, iniciar de nuevo, solo conservar a quien de verdad fue importante y seguir adelante, sabía que ese bebe que nunca conoció le debía enseñar más de lo que se imagino… había tocado el fango pero el plumaje de sus alas estaba cada ves más limpio.
Camila entro a la galería donde exponía por primera vez sus pinturas colectivamente, había sido de las mejores de la escuela y esa era la recompensa, tenía un estilo definido, balanceado y expresivo, su sueño se iba realizando.
sábado, 6 de septiembre de 2008
No Lloverá Por Siempre... (Parte 5)
Tenía ciertos ahorros, que le alcanzarían por un tiempo mínimo para pagar su renta, sin embargo no podía estar sin trabajar, había renunciado a su trabajo anterior para que Alex no la buscara pero debía encontrar trabajo pronto, no quería recurrir a la ayuda de nadie y no quería tener muchos apuros económicos, ella se metió en todo y ella debía salir sola.
Se le antojaba un cigarro como nunca en la vida, pero había decidido dejarlo por respeto a su hijo o hija.
Por suerte encontró un trabajo de recepcionista, no hacía tanto esfuerzo y no estaba tan mal pagado. Aún no se notaba su embarazo, no sabía si estaba emocionada o triste, no sabía si quería que se le notara mucho su panza o no, y aún no tenía muchos “achaques”, no había ido al doctor, no tenía mucho tiempo y confiaba en que todo estaría bien, aún no tenía los 3 meses.
Una noche al llegar a su casa comenzó a sentir que su dolor abdominal aumentaba, pensó que hasta cierto punto sería normal, pero ya era demasiado fuerte para serlo y de pronto sintió que algo húmedo le corría por las piernas, le sorprendió demasiado ver que era sangre, se cambió rápido y le pidió a una migo que vivía muy cerca de su casa que la llevara rápido a un doctor, ella llegó muy alterada y él al ver que estaba toda ensangrentada se asusto demasiado y sin perder tiempo se fueron al hospital. Ahí la atendieron rápido pero desgraciadamente la mala noticia que le faltaba era saber que había perdido al bebe, su embarazo era de alto riesgo y jamás se cuidó, porque jamás se enteró. Ella se deprimió bastante, en su trabajo le dieron incapacidad y solo se la pasaba en cama, llorando, casi no salía de su casa y casi no comía. Se repuso solo lo suficiente para tolerar salir a trabajar, pero de ahí en más no hacía mucho.
Una tarde salió con una amiga y bebió de más, se sintió muy bien y sus visitas a los bares o sus compras de alcohol se hicieron mas frecuentes, se rodeo de malas personas, bebía si control y a sus borracheras o resacas se le había sumado el insomnio. Fue un día en que su amigo la visitó para evitar que siguiera con esa vida que discutieron como nunca, gritaron, se pelearon y ella lo corrió de su casa quedando sola de nuevo, ya era noche, estaba cansada y no podía dormir, no había bebido nada más allá de una cerveza, pero tampoco había comido bien, lo único que quería era dormir para dejar de llorar, así que recurrió a unas pastillas para dormir, las había comprado hacía ya mucho tiempo pero jamás había tomado ni una por miedo a dormir de más y no llegar a tiempo a su trabajo, pero ahora su desesperación era total y al día siguiente descansaba. Tomó más de 3 dosis, estaba quedándose dormida cuando escuchó que tocaron la puerta, era su amigo, había olvidado algo, pero ella aún estaba enojada con él, le permitió pasar pero no le dirigió la palabra y al dar la vuelta para alejarse, se desvaneció… el viaje al hospital se repetía.
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